Todavía de luto por la reciente pérdida de su padre, Shaun Russell, madre soltera, se lleva a sus 2 hijos Glover y Jasmine a la mansión de su finado padre en Malibú para poner las cosas en orden tras su muerte. No obstante, el día de su llegada, un conjunto de 4 delincuentes convictos planean asaltar la mansión y quedarse con las riquezas que continúan allá. Los ladrones logran echar a Shaun de la casa y sostener como rehenes a sus hijas. Shaun va a hacer todo lo que es posible por salvar a sus hijos, si bien la única forma con la que puede asegurar su supervivencia es si revela la localización de la riqueza de su finado padre.